Los músculos del útero cuando no se utilizan se ponen rígidos
Que si, el útero lo puedes mover. De hecho el endometrio se mueve a oleadas a lo largo del ciclo en el útero no gestante. En palabras de una Mujer que admiro mucho y les recomiendo siempre leer; Casilda Rodrigañez
Casilda asevera que los músculos del útero, cuando no se utilizan se ponen rígidos, pierden elasticidad y funcionalidad. De hecho W.Reich en su libro “la función del orgasmo” también lo informa.
Siempre les sugiero que lean, estudien, y lleven a la práctica, así es que les dejo unos ejercicios. Yo estoy comenzando mi sangre menstrual y practicar estos ejercicios previo a este periodo ayuda a vivir una menstruación sin contracciones, calambres ni espasmos de tu útera.
Aquí te había dejado ejercicios que disfrutes¡¡¡
Todos estos ejercicios y muchos más los practicamos en los talleres y círculos de mujeres.
Pues bien a practicar: Posición acostada
1.-Primero ubica tu útero con tu mente imaginaria. Ve bajando un poquito bajo el ombligo y ya está por ahí cuando sientas calientito ya llegaste. Mira que fácil.
2.- Toca tu útera: Con la palma de la mano, la parte más gordita de tu mano, el llamado monte. Toca y donde sientas más sensibilidad están tus ovarios.
3.-A tu boca y mandíbula: Lleva tu atención a esa zona, relaja la mandíbula, al relajarla la mandíbula se relaja tu pelvis y útero.
4.-Flecta rodillas, manos a los acostados (sigues acostada) y levanta las caderas hacia arriba como si te jalarán de arriba, crea un puente, sostiene 3 segundos arriba y baja, descansa. (Hazlo por 3 veces).
5.-Sientate sobre tus talones creando con tus dedos gordos de los pies un triángulo, que solo se toquen las puntas atrás. Manos sobre las rodillas y contrae suavemente la entrada de tu vagina hasta sentir que llegas al útero contrae suave y sintiendo que subes por tu vagina, relaja y repite dos veces más hasta sentir la vibración y el calor que se genera. Lleva la palma de tus manos hacia arriba y recibe el prana, energía, cierra tu pulgar con tu índice y respira profundo, luego lleva tus manos a tu útero y sonríele.
Mj Sanahí